Como ahorrar gas y disminuir el gasto en calefacción
Por el alto poder calórico que lo caracteriza, y la extensa red de suministro en todo el territorio, el gas natural es una de las fuentes de energía más difundida en toda España para el suministro de calefacción y de agua caliente sanitaria. Por esta razón debemos comentar algunas formas de producir el ahorro de gas natural, y así mejorar los gastos por suministro de calefacción.
Consideraciones sobre el uso de gas para calefacción
Existe una serie de aspectos a considerar por los cuales se há extendido de forma considerable el uso de gas natural, tanto para calefacción, como para producir agua caliente sanitaria. Comparado con otras formas de suministro de energía, el gas natural presenta rápida respuesta con eficiencia energética, además son bastante extensas las redes que lo provéen a los sectores residenciales; sin embargo debemos, al promover una mayor participación de los ciudadanos en la mejoría de las condiciones ambientales, fomentar el ahorro de esta importante fuente energética, lo que también ocasionará beneficios económicos a los propietarios, disminuyendo sus pagos por facturas en el consumo de gas.
Las instalaciones para calefacción que funcionan a gas natural, deben estar sometidas a revision y mantenimiento con periocidad, ya que esto evita reparaciones costosas é influye en mejorar las condiciones de funcionamiento y ahorro enegético.
Son variadas las cosas que podemos hacer para que la utilización de gas en nuestra calefacción y/o producción de agua caliente. En las zonas con climas fríos, la producción de agua caliente para actividades sanitarias y para calefacción son vitales; por esta razón al momento de efectuar cualquier reforma al hogar, el manejo de la calefacción es de suma importancia y su consideración es ineludible para los profesionales en estas instalaciones.
Recomendaciones para ahorrar gas en calefacción
Cuando de reducir los costos por calefacción y ACS (agua caliente sanitaria), los factores a considerar son de índole diversa. Veremos las que podemos atender directamente para lograr un ahorro sustancial en nuestras facturas enegéticas.
El calor al fluir por el aire tiende a ocupar todos los espacios de una habitación; por eso hay que revisar muy bién las ventanas, puertas y techos, con la finalidad de lograr un aislamiento correcto de la vivienda. Al mantener las habitaciones cerradas o aisladas de manera adecuada, es posible minimizar el escape del calor que se necesita para alcanzar la agradable sensación de bienestar. Así que lo más recomendable es sellar todas esas posibles salidas de aire y dejar solo las que el sistema contemple.
Utilizar adecuadamente los radiadores instalados; cerrando llaves de los ubicados en habitaciones no usadas, instalando termostatos para evitar altas temperaturas y mantener el confort, así como utilizar válvulas termostáticas para regular la temperatura de los radiadores, contribuyen al aumento en la eficiencia energética y disminuye el consumo de gas de manera sensible.
Cuando las condiciones ambientales lo permiten, se puede manejar las persianas de la vivienda. Cuando el sol es radiante, se pueden abrir las persianas y de esa manera podemos permitir el paso de los rayos solares, aumentando el calor interno y disminuyendo la necesidad de usar la calefacción por gas.
El uso de calderas de condensaciónes otra de las formas empleadas para ahorrar energía. Las calderas de condensación, debido al procedimiento utilizado para producir calor, son sumamente eficientes y reducen el consumo energético en gran medida. El ahorro energético de este tipo de caldera es tan elevado, que en territorio europeo solamente ellas se pueden construir o comercializar.
Los ahorros energéticos tomando en cuenta todos los aspectos descritos anteriormente, pueden alcanzar hasta un 35%, lo que se transforma de manera directa en en un gran ahorro al momento de pagar las facturas por suministro de gas natural.